La didáctica de Calíope

  ¡Hola! Ha llegado el final del curso y en esta última entrada (o no) realizaré una reflexión sobre aquello que he aprendido en la asignatura de #INVTICUA23. En primer lugar, debo hacer especial mención al uso que hemos hecho cada semana tanto del blog como de Twitter . He de admitir que en un primer momento la utilización de ambas páginas producía en mí cierto rechazo, dado que pensaba que no iba a saber utilizar Blogger y que tampoco iba a engancharme a publicar tweets cada semana sobre datos curiosos o contenidos de la asignatura. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario, pues no solo le he cogido el gustillo a estas herramientas, sino que además me entristece dejar de publicar entradas y contenidos para la asignatura. No quiero abandonar estas páginas, por lo que seguramente abriré un blog personal y seguiré utilizando Twitter para mantenerme informada de todo lo que ocurre. Dejado esto de lado, otro aprendizaje que también me llevo de esta asignatura es que me ha ofrecid

 No seremos profesores de las generaciones actuales. De hecho, es posible que lo seamos de sus hijos. Y esa generación a la que nosotros nos enfrentaremos vendrá con las IA bajo el brazo. A la orden del día esta ChatGPT y muchas otras que facilitan y hacen el trabajo que antes tenías que hacer tú mismo. Estas inteligencias artificiales revolucionan la educación tal y como la conocemos hoy en día: ya no se pueden mandar deberes a casa porque nada nos asegura que no los haya realizado el ChatGpt o cualquier otra inteligencia artificial. Para esta práctica, solicitamos a ChatGpt que nos redacte un relato sobre la educación en 2040:  En el año 2040, las inteligencias artificiales se habían convertido en los maestros supremos de la educación. Las aulas tradicionales habían dado paso a entornos virtuales inmersivos donde los estudiantes interactuaban con hologramas educativos y programas de aprendizaje personalizados. Cada estudiante tenía su propio asistente de IA, que analizaba sus habilid

     Hablar del futuro suele ser sinónimo de vértigo a medida que incrementamos el tiempo al que nos referimos. En mi caso, el 2057 se me antoja un año en el que ya tendré la edad suficiente como para jubilarme (quizá para entonces nos jubilemos cuando muramos, quién sabe). Este hecho, en este momento, me da verdadero pavor porque creo que no queda tanto. Por lo tanto, le he pedido a ChatGPT que realice un relato en el que un profesor de Lengua y Literatura tenga que decidir si jubilarse o no. Lo más curioso del relato es que la IA ha decidido que en ese tiempo una persona de 75 años todavía no se ha jubilado (para que luego digan que las máquinas nos van a quitar el trabajo). El relato:      En el año 2057, en un pequeño pueblo rodeado de colinas cubiertas de viñedos, se encontró el profesor Martín López. Con más de cinco décadas de experiencia enseñando Lengua y Literatura, era considerada una figura emblemática en la comunidad educativa. Sin embargo, a sus 75 años de edad, se encont