Práctica 4. El corto de los viernes.
En
este corto, titulado “Sociedad sin valores”, dirigido por Steve Cutts, se
muestra el reflejo de una sociedad conformista, autómata y desinteresada de la
realidad, vista desde la atenta mirada de un niño. En dicho video prima la
avaricia, el desinterés, la vaguedad, la ceguedad, la violencia, la superficialidad,
la apariencia y la falsedad. Nos vemos inmersos en un mundo en el que las
personas no existen de manera física, solamente importan en las redes sociales.
En cambio, nuestro joven protagonista, aún no está envuelto en el mundo tecnológico,
por lo que observa el mundo desde la realidad y no da crédito a lo que está viendo
a su alrededor.
En
este vídeo no importan las vidas humanas ni lo que suceda en las mentes de las
personas, solamente importa la apariencia y lo que se ve en las redes sociales.
Nadie hace nada para cambiar lo que está sucediendo a su alrededor; todos se guían
de manera mecánica y actúan como si estuvieran inmersos en otro mundo
alternativo en el que nada malo sucede.
Hay
un reflejo hipócrita en nuestros rostros. Deberíamos preguntarnos si el uso de
la tecnología ha usurpado el valor de nuestra conciencia. Esta es la lectura
que deducimos al reproducir el cortometraje “Sociedad sin valores”. Es
incuestionable que solemos alimentar compulsivamente la imagen que proyectamos
en las redes sociales, y este hecho puede ser perjudicial para construir un
legado en nuestro mundo.
El mal uso de la tecnología desencadena cambios decisivos en nuestras vidas, y, de manera progresiva, evitamos potenciar nuestras facultades racionales. En el presente cortometraje se muestra la necesidad inconsciente del uso tecnológico, y todos reaccionamos mediante la “hiperconectividad” para seguir colaborando con una sociedad superficial, en la que nuestra conciencia y el juicio moral apenas intervienen.
Por
tanto, nuestras decisiones suelen ser instantáneas, se anula nuestra conciencia
y contribuimos hipócritamente a escandalizarnos por asuntos que de un modo u
otro apoyamos. En ocasiones, los emoticonos representan emociones simuladas y
los filtros embellecedores actúan como armas al pretender resultar atractivos
para la especie. Caminamos por las calles con la vista y la conciencia baja,
sin mirar al frente de circunstancias reales. ¿Si somos neutrales en
situaciones de injusticia significa que hemos elegido el lado opresor?
Sin
lugar a dudas, las redes sociales deberían ser un foro de denuncias, y no un
reflejo de la distorsión social. Nuestro reflejo puede provocar una actividad
comercial e industrial del mundo. ¿Las redes sociales son un reflejo de
nosotros mismos? Las personas necesitamos vernos reflejadas en las redes
sociales porque estas son el reflejo de la vida. Una vida que se construye por
medio del carácter de sus gentes, de las mentiras y verdades.
La
imagen de nuestros días comienza ahora.
Gracias por compartir este corto tan interesante. Estoy totalmente de acuerdo con vuestra reflexión y el mensaje del vídeo. Sin ninguna duda, vivimos en una sociedad contaminada en la que sólo parece importar la apariencia, ser el más “guay”, el que más seguidores tiene, el que hace retos más extravagantes, el que consigue dar una noticia en primicia… Una sociedad que se deja influenciar, se corrompe y se obsesiona hasta el punto de acabar en tragedia. Las tecnologías han permitido grandes avances y facilidades para la vida, sí, pero a largo plazo parece que se va a tener que pagar un alto coste por ello (si no se está pagando ya).
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